domingo, 9 de noviembre de 2014

No es la concertación social, es otra cosa



La ley urgente que ha creado el llamado nuevo Consejo Navarro de Diálogo Social, en el que sólo están financiados con más dinero público UGT, CCOO y la CEN, carece de una justificación real y es cuestionable democráticamente.

los votos de UPN y PSN dieron luz verde en el Parlamento de Navarra a la ley que pone en marcha el que denominan Consejo Navarro de Diálogo Social, en el que sólo están representados UGT y CCOO y una de las patronales navarras, la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), como vía de acceso a nuevas subvenciones públicas directas para estos tres agentes sociales, aunque en la normativa aprobada no se especifica la cuantía. En ningún momento hubo intención de invitar a otros agentes sociales o empresariales de Navarra, lo que ya cuestiona la legitimidad, incluso la legalidad, de la propuesta. 

Ciertamente, no hay argumentos objetivos creíbles a favor de la creación de esta institución más allá de la suma de nuevas líneas presupuestarias de acceso a ayudas de los recursos públicos. UGT, CCOO y la CEN reciben ya cada año millones de euros a través de los Presupuestos de Navarra y de los diversos organismos dependientes de del Servicio Navarro de Empleo en los que participan. Es una realidad presupuestaria anual que no pone en duda, al menos en principio, la legitimidad del uso y destino de ese dinero. Pero el sonrojante hecho de que la proposición de ley presentada por el PSN se haya tramitado a toda velocidad pone en evidencia un interés poco transparente. 

No se trata, como alegan UPN y PSN y los beneficiados, de avalar las posiciones contrarias a la concertación social y favorecer las de la confrontación laboral. No es eso. Se trata de poner en cuestión un sistema poco transparente, como ya denunció la Cámara de Comptos -y tampoco es casualidad que las prisas actuales coincidan con la próxima publicación de un nuevo informe de fiscalización sobre las ayudas recibidas por estos tres agentes-, que sus protagonistas, con actuaciones como la aprobación por la gatera de esta ley, parecen empeñados en hacer aún más oscurantista. La concertación social tiene valor en función de los objetivos alcanzados, y la labor sindical, con aciertos y errores, no se limita a UGT y CCOO -apenas representan el 53% del total del movimiento sindical en Navarra-, por lo que en caso de que el Consejo de Diálogo Social tuviera como finalidad principal animar y facilitar el ejercicio del trabajo sindical, como defienden sus impulsores, debiera estar abierto al conjunto de los agentes socioeconómicos. 

Lo contrario, la exclusión del resto de la representación de los trabajadores y trabajadoras navarras, es cuestionable democráticamente y un uso discriminatorio y partidista de los recursos públicos de los contribuyentes navarros.

Editorial de Diario de Noticias Viernes 7 Noviembre 2014




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