Entrar a un referéndum para cambiar las vacaciones es simplemente admitir tener que aceptar cambiarlas, por ello respetaremos y seguramente tendremos que sufrir el resultado, pero nadie podrá decirnos que cambiemos nuestra forma de pensar en función de lo que diga una mayoría.
Tal como nos trasmitió dirección cuando nos propuso el cambio, la propuesta que será votada el martes era la propuesta mas idónea y barata para la empresa, pero que había otras muchas posibilidades, por ello los sindicatos consensuamos diferentes propuestas en el que el esfuerzo era compartido.
Lo que no es de recibo es que ahora se eche sobre los hombros de los trabajadores responsabilidades de viabilidades y liquideces, problemas que ni tienen origen ni fin en este cambio, pero es que además no se entiende que la empresa aun contando con las herramientas necesarias para afrontar este problema sin necesidad incluso de ningún cambio, no quiera ni tocarlas y fuerce esta situación.
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